miércoles, 5 de agosto de 2009

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Este blog está dedicado a una actividad realizada en el Centro Guadalinfo de Añora (Córdoba) en la que una serie de niños de entre siete y trece años han buscado cuentos en Internet. Sobre estos cuentos han buscado dibujos para colorear y contarnos según ellos la historia que han leído en la red.

Los niños participantes son:

- Inmaculada Herruzo Coleto
- Patricia Bejarano Ripoll
- Ana Herrero Murillo
- Angela Herrero Murillo
- María del Carmen Herrero Murillo
- María Eugenia Rodríguez Sánchez
- María Rodríguez Madueño
- Marta Rodríguez Madueño
- Miguel Rodríguez Madueño
- Rocío Espejo Migallón
- Marina Tamaral Moreno
- Angela Muñoz López
- Ana Madrid Madrid
- Gema García Bravo

Cenicienta

Este cuento ha sido realizado por todos los niños participantes en el taller.

LA CENICIENTA


Erase una vez una niña que se llamaba Cenicienta. Su madrastra le mandaba hacer todas las tareas de la casa. Cenicienta se puso muy triste porque le dijo su madrastra que no podía ir al baile que había organizado el Principe.

Con la madrastra también vivían sus dos hijas que eran muy feas e insoportables. Cenicienta era la que hacía los trabajos más duros de la casa, como por ejemplo, limpiar la chimenea cada día, por lo que sus vestidos siempre estaban sucios o manchados de ceniza, por eso las personas del lugar la llamaban Cenicienta. Cenicienta apenas tenía amigos, solo a dos ratoncitos muy simpáticos que vivían en un agujero de la casa.



Cenicienta estaba sentada en un banco llorando. De pronto se le apareció un hada madrina y le dijo: Toma estos zapatos y este vestido para ir a la fiesta ¡ahh! pero antes de irte te debo decir una cosa, tienes que irte antes de las doce, porque sino te desaparecerá el vestido, los zapatos y la carroza.

¿De verdad?, dijo Cenicienta un poco incrédula... pero como vas a ayudarme, no tengo ningún vestido bonito para ir al baile y mis zapatos están todos rotos.
La hada madrina sacó su barita mágica y con ella tocó suavemente a Cenicienta y al momento... ¡ohhh, qué milagro! un maravilloso vestido apareció en el cuerpo de Cenicienta así como también unos preciosos zapatos de cristal.


La llegada de Cenicienta al palacio causó honda admiración. Al entrar en la sala del baile, el Principe quedó tan prendado de su belleza que bailó con ella toda la noche. Sus hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quien sería aquella joven.

Como el Hada Madrina le dijo a Cenicienta que antes de las doce se tendría que ir porque acabarían los efectos de los trajes, zapatos, carroza, etc.. ella se fue. Estaba bajando las escaleras muy rápido porque le había llegado tarde. Cuando se dio la vuelta vio que su zapatito estaba atrás, pero ella siguió para adelante y allí se lo dejó.


Para encontrar a la bella joven el Principe ideó un plan. Se casaría con aquella que pudiera calzarse el zapato. Envió a sus heraldos a recorrer todo el Reino. Las doncellas se lo probaban en vano, pues no había ni una a quien le fuera bien el zapatito. Pero cuando Cenicienta se puso el zapato y le encajó a la perfección... todos los presentes se quedaron de piedra ¡ohhh, es ella, la futura Princesa! Inmediatamente la llevaron a palacio.


A los pocos días se casó con el Principe, por lo que fue Princesa. Nunca más volvió con su madrastra, vivío feliz en el palacio hasta el último de sus días.

FIN

Blancanieves

Este cuento ha sido realizado por:
- Patricia Bejarano Ripoll
- Inmaculada Herruzo Coleto


Erase una vez una joven llamada Blancanieves. Vivía en un castillo con una bruja llamada Malvadini.


Blancanieves fue al bosque a por flores, mientras tanto la bruja le dijo al cazador: "Ve al bosque y mata a Blancanieves y traeme su corazón en este cofre."
El cazador fue a matar a Blancanieves al bosque como le dijo la bruja. Blancanieves estaba ayudando a un pobre pajarito que se había caido de su nido, de pronto se le apareció una sombra por detrás y era el cazador pero como le daba tanta pena le dijo: "Corre muchacha que Malvadini te quiere matar."

Blancanieves se fue corriendo, pero tropezó y calló, y se puso a llorar. De pronto se le acercaron muchos animales. Blancanieves dejó de llorar y dijo: "Ups", los animales se asustaron y se escondieron. Blancanieves empezó a cantar y los animales se acercaron a Blancanieves.


Los animales llevaron a Blancanieves a una casita. Tocó a la puerta y no le contestó nadie, ella entró y al entrar se dio un golpe en la cabeza con el techo. Ella vio que la casa estaba desordenada y sucia. Entonces la limpió, la ordenó y cocinó. Los enanitos estaban trabajando en la mina, pero ya se iban a su casa cantando ¡ai ho, ai ho, nos vamos a descansar!... Blancanieves subió arriba y se encontró muchas camas y dijo: "Con tantas camas me ha entrado sueño" y se echó en la cama. Cuando vinieron los enanitos y entraron en la casa vieron que todo estaba limpio, ordenado y que olía a comida recién hecha. Fueron a ver si las habitaciones estaban también limpias y se encontraron a Blancanieves en la cama. Al principio creyeron que era un monstruo, pero luego se dieron cuenta de que era una preciosa joven.
¡Ups! me llamo Blancanieves ¿y vosotros?



Cuando el cazador fue a darle el corazón a la bruja le dijo: "Toma mi reina, el corazón de Blancanieves", pero la bruja se dio cuenta de que era el corazón de un jabalí.
Entonces la bruja hizo una poción que la convirtió en una anciana, además preparó una manzana envenenada.
Blancanieves estaba cocinando, cuando de repente se le apareció una anciana ofreciéndole una manzana. Blancanieves la aceptó y la mordió y se desmayó para siempre. Los animales del bosque avisaron a los enanitos y fueron volando.


Cuando llegaron vieron a Blancanieves en el suelo desmayada. Los enanitos llevaron a Blancanieves a un ataúd de cristal. Pasado un año, vino un apuesto principe se acercó a Blancanieves y le dio un beso de amor.


Blancanieves se despertó y se fueron al castillo del principe.

FIN

La Dama y el Vagabundo

Este cuento ha sido realizado por:
- Ana Madrid Madrid
- Marta Rodríguez Madueño

El Patito Feo

Este cuento ha sido realizado por:
- Marina Tamaral Moreno
- Angela Muñoz López

EL PATITO FEO


Como en cada verano, a la Señora Pata le dio por empollar y todos sus amigos de corral estaban deseosos de ver a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos.
Llegó el día en que los patitos empezaron a abrir los huevos poco a poco y todos se juntaron en el nido para verles por primera vez.
Uno a uno fueron saliendo hasta cinco preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de alegría de la Señora Pata.
Poco tardaron en darse cuenta que un huevo, el más grande de los seis todavía no había salido.
Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto.

Al poco, el huevo comenzó a romperse y de él salió un sonriente patito, más grande que sus hermanos, pero ¡ohhh, sorpresa! muchísimo más feo y desgarbado que los otros cinco.


La Señora Pata comenzó a apartarlo de los otros cinco patitos. El patito se quedo muy triste porque empezó a darse cuenta de que allí no le querían...
Pasaron los días y su aspecto empeoraba, pues crecía muy rápido era flaco y desgarbado, además de bastante torpe, el pobre...
Sus hermanos le gastaban bromas y se reían de él llamándole feo y torpe.


El patito decidió buscar otra granja, donde una anciana lo recogió y el patito feo creyo que había encontrado un sitio donde por fin le querrían y le cuidarían, pero se equivocó. Y también se fue de allí corriendo.


Llegó el invierno y el patito casi se muere de hambre tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve y tubo que huir de los cazadores.


El patito llegó a un estanque donde encontró aves muy bellas. Y le dijo que si se podía ir con ellos. Ellos le dijeron que si, el patito se extraño mucho, pero se fue con ellos. Los cisnes le dijeron que se mirara el rostro en el lago y vió que era un bellos cisne y vivió feliz.

FIN

Los 3 Cerditos

Este cuento ha sido realizado por:
- Rocío Espejo Migallón
- Miguel Rodríguez Madueño

LOS TRES CERDITOS


Esto era una vez tres cerditos que cuando pasaban por el bosque, un lobo se los quería comer. Por eso, los cerditos pensaron que si se construían casas no les comerían, ni les molestarían más.

El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.



El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dió prisa para irse a jugar con él.


El mayor trabajaba en su casa de ladrillo.
- Ya vereis lo que hace el lobo con vuestras casas - riñó a sus hermanos mientras estos se lo pasaban en grande.
El lobo persiguió al cerdito pequeño por el bosque, que corrió a refugiarse a su casa de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derribó. El cerdito tubo que huir corriendo a casa de su hermano mediano. Pero cuando el lobo llegó al lugar, sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.
Casi sin aliento, con el lobo pegado a los talones, llegaron a casa del hermano mayor.


Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse en la casa por la chimenea. Pero los cerditos tenían una hoya de agua hirviendo y cuando cayó. Ya nunca volvío a molestarlos.

FIN

La Sirenita

Este cuento ha sido realizado por:
- Gema García Bravo
- María Rodríguez Madueño

Caperucita Roja

Este cuento ha sido realizado por:
- María Eugenia Rodríguez Sánchez
- Ana Herrero Murillo



Erase una vez una niña muy bonita. Un día su madre le hizo una capa roja y desde entonces le llaman Caperucita Roja. Un día soleado le pidió su madre que le llevara una tarta y pasteles a su abuela. La madre y Caperucita felices le hicieron los pasteles más ricos del mundo.

Entonces la mamá de Caperucita le dijo que no se pare con nadie porque es peligroso. Porque por ahí andaba el lobo.


Caperucita para decorar la cesta cogió unas lindas flores del camino que dirigía a casa de su abuela. Con mucho cuidado y mirando si había alguien, pero no encontró a nadie sólo a un bonito bambi que estaba recogiendo flores para su mamá porque era su cumpleaños.
Caperucita no tenía ningún miedo porque por allí sólo había buenos amigos como su amigo el pájaro tenor. Tenor era un pájaro que estaba enfermo de un ala y Caperucita con la mermelada que llevaba lo curó. Tenor le dijo a Caperucita que cuando estuviera en peligro que silbara y él y sus amigos acudirían.



De repente vio al lobo que era enorme delante de ella.
- ¿A dónde vas niña?
- A casa de mi abuelita - dijo Caperucita Roja
- No esta lejos. Pensó el lobo dando la media vuelta
Caperucita puso la cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores. El lobo mientras se fue a casa de la abuelita.
La abuelita se pondrá muy contenta cuando le lleve una hermosa cesta de flores además de los pasteles - pensaba Caperucita.


El lobo fue cerca de un río donde había una linda casa donde vivía la abuela de Caperucita. El lobo toqueteó en la puerta y la abuela dijo:
- ¿Quién es? - dijo la abuelita.
- Soy yo - contesto el lobo

La abuela le abrió la puerta y el lobo se le tiró en lo alto de la cama. A el lobo no le dio tiempo de comersela porque oyó tiros de escopeta entonces la metió en la bodega y el lobo se disfrazó de abuelita para que el cazador no lo matara.


El lobo deboró a la abuelita y se puso su gorro rosa. Se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho ya que Caperucita estaba por el camino cerca de la casa de la abuelita. Tocó a la puerta y el lobo dijó que pasará que la puerta estaba abierta.
Caperucita le pregunto a la abuelita:
- Abuelita ¿por qué tienes las orejas tan grandes?
- Para oirte mejor - dijo el lobo
- Abuelita, abuelita, ¿por que tienes la boca tan grande?
- Para saborearte mejor -
El lobo se quitó el traje y le dijo a Caperucita que ahora se la iba a comer a ella y se la comió.
El lobo después se durmió. Como iba por ahí un cazador que pasaba por la casa y se dió cuenta de que el que estaba en la cama era el lobo, cogió unas tijeras y le corto la barriga del lobo.

Y le salió la abuelita y Caperucita. Después Caperucita le llevó unas piedras al cazador y se las metió en la barriga. Le volvieron a coser la barriga.

Después se despertó el lobo y fue a beber agua al río, pero por el peso de las piedras se cayó y se ahogó.



Cuando el cazador se fue Caperucita y su abuela se comieron los pasteles que Caperucita había traído. La abuela le dio las gracias por haberle salvado la vida. Las dos juntas se comieron los pasteles y magdalenas que había traído Caperucita.

Y colorín colorado...
Este cuento...
Se ha acabado.

101 Dalmatas

Este cuento ha sido realizado por:
- María del Carmen Herrero Murillo
- Angela Herrero Murillo

101 DÁLMATAS

Había una vez una familia que tenía dálmatas. Cuando la hembra dálmata dio a luz quince cachorritos se tuvieron que mudar a una casa más grande. Contrataron los amos a una mujer llamada Anita.


Anita era una mujer buena con ellos, pero un día vino una mujer que quería comprar a los quince cachorritos, pero Anita les dijo que no estaban a la venta.


La mujer furiosa secuestró a los cachorros y se los llevó a una fábrica de tartas, pero todo salió muy mal, porque al final acabó metida dentro de una gran tarta de boda.


La policía detuvo a la mujer por el secuestro y la llevaron a la cárcel y nunca más se volvió a hablar de ella.



Los dálmatas saltando de alegría se fueron a casa con sus padres y sus dueños, al llegar liberaron a Anita.


Al final del día todos se acostaron felices.

FIN